Cada día va en aumento el número de adeptos a tener gatos como mascotas que entran en la rutina familiar y son varias las razones para ello:
Tener una mascota en casa siempre será algo positivo, pues crea en los miembros de la familia un sentido de responsabilidad frente a un ser indefenso que depende de nosotros para estar bien y al cual aprendemos a amar y cuidar porque nos necesita.
A diferencia de los perros, el gato aprende rápidamente dónde hacer sus necesidades y al colocarle los utensilios necesarios para su bienestar (como juguetes, muebles trepadores y rascadores), no hará daños en los muebles, ni destrozará la casa ni las almohadas, como en ocasiones sucede con los perros.
Al gato no hay que llevarlo a la peluquería una vez al mes para que lo bañen, ellos por sí mismos se asean; ahora bien, puedes acostumbrar a tu gato desde pequeño a bañarlo en casa con agua tibia y un champú recomendado por tu veterinario, lo que seguramente tu adorable “minino” disfrutará.
Tener mascota mejora la salud, pero tener un gato en casa te ayudará a reducir el estrés, hay muchos estudios que muestran que un gato nos relaja y nos hace sentir mejor; abrazarlo reduce la tensión arterial y mejora la frecuencia cardíaca, nos hace olvidar los problemas y tenemos la oportunidad de pasar momentos divertidos. Una sesión de fotos con tu gato puede ser muy entretenida, pues al moverse tan rápido se convierte en un desafío sacarles una foto, lo que puedes convertir en una actividad familiar donde todos participan.
El gato siempre te recibirá con un mullido cariñoso y su ronroneo, que indica que te ama y te estaba esperando.
Puedes adoptar o puedes (no recomiendo) comprar. Si adoptas generas un doble beneficio, pues te llevas a casa el gato adoptado, y además estás abriendo un espacio en el refugio para salvar otra vida.
En cualquiera de los dos casos adopción o compra te sugiero que tengas en cuenta:
No hay razas de gatos más amigables que otras, si has adoptado un gato desde pequeño, seguramente es más fácil su adaptación y socialización con los humanos; sin embargo, si optas por un gato adulto, es sabido que los de raza son más sociables que los gatos mestizos o criollitos que son mi elección final.