La personalidad egocéntrica y el conjunto de conductas egocéntricas suelen estar vinculadas a ciertos patrones comportamentales, como la ambición, la arrogancia, la baja autoestima o el exhibicionismo. Ser capaz de reconocer los rasgos de personalidad y las manifestaciones conductuales de la personalidad egocéntrica te dotará de recursos para identificar a este tipo de personas.
Identificar a una persona con un ego muy alto en un grupo es inmediato:
- La persona con exceso de ego anhela recibir reconocimiento ajeno, convierte el deseo de refuerzo constante en una necesidad. En el ámbito profesional, compite con el equipo de trabajo para recibir los elogios del jefe y destacar frente a los demás.
- Las personas egocéntricas consideran que tienen muchos derechos en las relaciones personales (esta es una de las razones por las que reclaman tanta atención por parte del entorno). Sin embargo, no son tan consecuentes con sus deberes hacia los amigos y familiares.
- Una persona egocéntrica siente envidia de un modo habitual hacia todo aquel que le eclipsa o le roba parte de su propio brillo.
- Tiene poco interés por los demás y llena las conversaciones hablando de sí mismo. Necesita sentirse escuchado, sin embargo, puede considerar secundarias las necesidades de los demás y aburrirse al asumir el rol de la escucha activa si se trata de temas que no tienen nada que ver con él.
- Una persona egocéntrica tiende a considerar que la única forma de hacer las cosas es la suya. Y esto le hace sufrir aunque no siempre lo reconozca. Sin embargo, esta exigencia es una norma de comportamiento tanto en el propio afán de superación como en las expectativas que deposita sobre los demás.
- Son personas muy vulnerables ante las críticas negativas. Llevan estos comentarios al plano personal y pueden llegar incluso a dudar de sí mismos.
- Como he dicho anteriormente, las personas con mucho ego necesitan sentirse admiradas por los demás. Esta es una de las razones por las que uno de los temores más desarrollados de quien tiene este perfil emocional es el pánico a la soledad.
- Una persona con exceso de ego quiere tener la razón en las discusiones, cree estar en posesión de la verdad. Y además, se afana en demostrarlo con un montón de argumentos mostrando su enfado en su propio lenguaje corporal si no lo consigue.
- Es fácil reconocer a una persona con mucho ego cuando sus conversaciones parecen repetir el esquema “y yo más”. Se considera el centro del mundo.
- Todo ello para esconder una autoestima frágil y vulnerable más allá de esa apariencia de fortaleza.
Tratar de bajar el ego de una persona así, parece una tarea tan ingrata como contraproducente y muy difícil de conseguir.
Me parece que lo mejor es aceptarlo como es y tratarlo bien.
Motivarlos es fácil, basta con un “nadie mejor que tu para esta tarea”.