Hay cosas en el mundo que no podemos cambiar. Pensar incluso en ello conlleva una pérdida energética importante. Visto así, los únicos cambios que podemos hacer están relacionados con nosotros y con los que nos rodean. Mirar para adentro para saber qué podemos arreglar y, aquí viene lo más importante, qué podemos ofrecer a los demás para generar mayores olas de energía positiva en el mundo.
Partiendo de ese principio, proponemos mirar con atención la siguiente palabra: la cortesía. Según la Real Academia Española, la cortesía es la “demostración o acto con que se manifiesta la atención, respeto o afecto que tiene alguien a otra persona”. ¿Suena lindo, no?
No estaría mal puntualizar diferentes actos de cortesía para estar seguros de practicarla en nuestra vida para sentirnos bien, y estar en buena sintonía con nuestro karma. Mira esta lista de acciones y asegúrate de incluirla en tu vida diaria.
- Saluda. No solo a tus contactos frecuentes o cotidianos. Saluda al señor de la panadería, del mercado, del autobús. Y más importante aún, establece contacto visual, y regala una sonrisa.
- Pregunta a tu compañero de trabajo cómo se siente. O a tu compañero de casa. A veces pueden estar solos o tristes y sentir interés puede significar mucho para ellos.
- Cuidado con el celular. ¿Te están contando un despecho o un problema? Centra tu atención en tu interlocutor y no en tu celular. Hazlo sentir escuchado, importante.
- Administra tu tiempo libre. Dedicar un rato a ayudar a alguien que lo necesite (un amigo mudándose, una señora mayor en labores de jardinería, etc.) puede significar bastante para el otro, y se traducirá en una sensación bastante gratificante de bienestar para ti.
- Servir. Es mejor servir para algo, que no servir para nada. Servir entendido como prestar un servicio. A veces no está de más lavar los platos que otro ensució y que no pudo lavar por cuestiones de tiempo, pasar un trapito por la mesa, subir varias tazas de café a la oficina.
- Sé considerado. Abre la puerta y deja que alguien pase, ofrece tu brazo para un señor mayor subiendo la escalera. Mandas un mensaje de consideración y empatía.
- Regálate buenos ratos. Baila en tu casa a solas, canta en la ducha, sácale la lengua al espejo. Son pequeños actos de amor hacia ti mismo, y te llenarán de satisfacción y alegría. Solo tú debes procurarte tu propio bienestar.
- No pongas el listón tan alto. Trata de no emitir juicios sobre los demás, ni hacia ti mismo. Parte de la premisa de que todos estamos en constante cambio, y que todos queremos sentirnos bien.
- Abócate a los pensamientos positivos. Alguien que te tropezó en el metro puede ir tarde a buscar a su hijo en el colegio, o bien un cornetazo innecesario puede significar un apuro del chófer por llegar al hospital. Muchos crecimos oyendo eso de “piensa mal y acertarás”, pero esperar siempre lo peor de los demás se traduce en un exceso de ego no recomendable, y en altos niveles de estrés innecesarios.
Inspirulina