17 Jun
17Jun

Probablemente tú también hayas sentido envidia alguna vez por algo o por alguien, pero no te preocupes, en este artículo te oriento a controlarla y hacerla desaparecer para evitar envidiar a quienes triunfan, evitando así un sentimiento de tristeza tan negativo. En realidad, puedes aprender de esas personas.

Los psicólogos consideran la envidia como un sentimiento de inferioridad, que desemboca en culpabilidad y que la persona siente por no poseer atributos que considera perfectos. La persona intenta superar estas carencias mediante el desarrollo de un complejo de superioridad, actuando de manera defensiva con los demás e intentando esconder su verdadero problema: no posee ni es lo que realmente desearía tener o ser.

Muchas personas sufren porque se fijan constantemente en la persona que triunfa. Es decir, se colocan en un rol de inferioridad e idealizan la alegría ajena. Observar el éxito ajeno desde fuera es muy cómodo porque solo observas el resultado final de ese brillo exterior. Pero no has vivido en primera persona todo el proceso de esfuerzo, paciencia, constancia, derrotas y cansancio que ha tenido que vivir esa persona en su camino hacia el éxito.

Por tanto, es muy importante vivir el ahora desde la humildad de saber que lo más inteligente no es envidiar a las personas que triunfan sino aprender de ellas porque puedes modelar esas actitudes a través de la esperanza de vivir. Es decir, esas personas pueden servirte de inspiración y ejemplo a seguir. Y en la era de las nuevas tecnologías, lo positivo es que puedes llegar a más ejemplos de inspiración que nunca gracias a la huella digital de tantas personas que a través de sus blogs y redes sociales comparten su conocimiento.

Para no envidiar a las personas que triunfan, en primer lugar, debes tomar conciencia de que no merece la pena perder el tiempo en este tipo de comportamiento tan negativo que te mantiene anclado en la pasividad de no hacer nada más allá que envidiar. Invierte tu tiempo en esfuerzo, constancia y lucha por tus sueños.

El camino de otra persona, no tiene que ser el tuyo. Eso significa que aquello que a otra persona hace feliz no tiene por qué ser lo mismo que a ti te haga feliz. Por esta razón, no tiene sentido envidiar el éxito de nadie porque el triunfo es totalmente personal. Es decir, cada persona debe recorrer su propia historia. Lo positivo de alegrarte por el bien ajeno es que entonces las emociones producen ese agradable efecto contagio, es decir, entonces tú te conviertes en partícipe de la alegría ajena. Y esto eleva tu nivel de bienestar en presente.

Ojalá que seas una persona afortunada y a tu alrededor tengas a muchas personas que fluyen con la vida. Personas que disfrutan con éxito del presente ya que esta compañía te nutre a ti también a nivel de sueños, ilusiones, anhelos y esperanzas. La envidia es uno de los sentimientos más tóxicos que existen y este es el principal fracaso personal del envidioso. Buscar la excusa de la crítica fácil hacia el otro en lugar de fomentar el esfuerzo en presente.


Sigue tu propio camino

La envidia es el sentimiento que conduce al pensamiento negativo, a las ideas irracionales, a los sueños rotos, a la desesperanza… Por esta razón, es muy importante vivir el presente con la convicción de que tu tiempo es más valioso que perder energía envidiando a los demás.

Aprende del que triunfa porque tú también puedes alcanzar el éxito. Inspírate en personas que son motivo de inspiración para ti.

¿Qué causa la envidia?

La envidia nace de la falta, de la carencia. De querer poseer algo que no tenemos o ser alguien que no somos. Podemos envidiar al vecino por tener un bonito coche, a nuestro amigo por su excelente puesto de trabajo, o a la vecina del quinto por su brillante inteligencia. No importa qué o a quién envidiemos, lo importante es que ese sentimiento de carencia por querer tener o ser algo que otro tiene o es. Esto provoca en la persona:

  • insatisfacción
  • tristeza
  • desprecio
  • sentimientos de inferioridad
  • frustración
  • baja autoestima
  • no aceptarse ni respetarse
  • distanciamiento de nuestros amigos y familia

La envidia viene dada por la carencia de algo. Si reconocemos y expresamos esa carencia probablemente podamos manejar la envidia para conducirla a un propósito que nos haga sentir bien. Ten muy presente una cosa: Estás en el mundo porque tienes algo único que aportarle, entonces, ¿qué esperas para mostrárselo?

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