Y estas son las 8 conductas que debes evitar para que tus hijos se desarrollen plenamente.
Todos los padres son capaces de educar hijos de lograr el éxito y la felicidad, existen cantidad de casos que lo demuestran, sin importar su condición social de partida. Hasta los niños criados en casas que no eran el ambiente ideal, en ocasiones llegan a ser grandes artistas, científicos o líderes de cualquier área en que se destaquen.
Qué hace que un niño sea exitoso puede ser discutible, lo cierto es que la resiliencia es muy importante para llegar a ser adultos sanos, y esto se aprende en la niñez. Lo que sea que le enseñes, ten siempre presente que debes ayudar a que aprendan a recuperarse de todos los contratiempos de la vida, sean grandes o pequeños. Pues no importa cuánto los cuides, tarde o temprano tendrán que valerse solos.
A pesar de las buenas intenciones que puedan tener los padres, nadie está exento de cometer errores. No debes culparte cuando te equivoques, es inevitable. Lo importante es que tu hijo entienda con tu ejemplo, que de nada se aprende más que de los errores propios. Y esta lista de conductas son las que te enseñarán a ayudarlo a ser exitoso.
Es común que muchos recordemos alguna forma en que nuestros propios padres se comportaban no nos ayudó a enseñarnos como adultos, a resolver nuestros problemas. A veces la culpa o la vergüenza nos impiden a nosotros mismos superar esos malos aprendizajes cuando nos toca ser padres. Y sin darnos cuenta, repetimos los mismos errores y con ello condenamos también a nuestros hijos a repetirlos.
1. No alentar que prueben nuevas experiencias
Si hay algo en la crianza que impide que los niños sean exitosos es desalentar que aprendan nuevas cosas y nuevas habilidades. Puede ser que las intenciones de los padres sean buenas con algunas restricciones, si creen que su hijo no lo hará bien y fracasará. Pero fracasar es parte de la vida y tienen que aprender a tratar con ello de una forma asertiva. Eso les dará buenas bases para superarlo y alcanzar el éxito más adelante.
No dejar a tus hijos valerse por sí mismos, estando siempre pendiente de ellos y ayudarlos en todo hará que no se sientan capaces de nada. Consentirlos y mimarlos está bien en ocasiones, por supuesto, pero hacerlo todo el tiempo los convertirá en personas cómodas que no creen que hay que esforzarse por nada. ¿Cómo podrían alcanzar cualquier tipo de éxito con esa actitud?
3. Elogiarlos todo el tiempo
Aunque te sorprenda, alabar en exceso a tus hijos es algo contraproducente que puede sabotear su autoestima. Alabar cualquier cosa que hagan, sobre todo si no les ha costado demasiado esfuerzo, hará que pierdan interés en esforzarse más, ¿para qué hacerlo, si de todos modos reciben un elogio se esfuercen o no? Y tampoco debes elogiarlos por las cosas cotidianas, como ordenar su habitación o levantar la mesa. Son obligaciones que deben entender como tales. Debes poner el énfasis en su desempeño educativo o deportivo, y mejor si lo haces teniendo en cuenta el esfuerzo que pusieron para conseguirlo.
4. Desmotivar sus amistades
Numerosos estudios sobre el comportamiento de padres influye mucho a la hora de que sus niños establezcan buenos criterios para elegir sus amistades. Saber de quiénes deben rodearse y de quienes es mejor mantenerse alejados es una habilidad fundamental que les evitará muchos disgustos en la vida. Para que tus hijos sean exitosos deben saber encontrar personas confiables que les sean de apoyo en los malos momentos y que les permitan también crecer a su lado.
Estar pendiente de ellos a todo momento, además de ser molesto, les dará un triste mensaje. Mamá y papá no confían en que pueda hacerlo solo. Y si las principales personas en tu vida no confían en que puedas hacerlo, tu autoestima pasará factura. Los hijos de esos padres evitarán las nuevas situaciones, esquivarán los nuevos retos y pensarán a cada paso que sus habilidades nunca serán suficientes, y esto evitará que alcancen cualquier tipo de éxito en la vida.
Un estudio de la University College de Londres, demostró que la crueldad de los padres afecta a los niños en su conducta, incluso hasta en su vida adulta. Una crianza demasiado estricta hará que tengan graves dificultades emocionales, de autocontrol y conducta.
7. Cortar sus libertades
Ser demasiado restrictivos en los límites, hará que sean más rebeldes y que cuando dejen la tutela de sus padres, no sepan cómo autocontrolarse, porque siempre hubo alguien que les decía hasta dónde podían. Debes dejar que experimenten la libertad poco a poco, también en la medida de sus responsabilidades.
8. No alentar que expresen sus emociones
Para tener una relación sana en la familia, tanto los padres como los hijos deben sentirse en libertad de expresar sus sentimientos. Se debe ser honestos con las preocupaciones y las situaciones que se atraviesa en el hogar. Esto fortalece la relación de la familia y les enseña a los niños cómo tratar con los problemas y aprender de ellos sin suprimir sus emociones, un factor muy importante para que puedan alcanzar el éxito, y luego saber también cómo manejarlo.
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