26 Oct
26Oct

¿Sabías que los supermercados emplean algunos trucos para hacerte gastar más dinero? Estos trucos no sirven para estar de tu lado, ayudándote a ahorrar algunos pesos al final del mes. Existe un arte de la sugestión y la falsa bondad, escondido detrás de cada supermercado.

Te sentirás como una tonta ahora que me termines de leer y pensarás: ¡Cómo pude caer en esta trampa de marketing barato que utilizan los supermercados para engañarnos! Una trampa que mezcla arte, efectos especiales e incluso psicología. Ofertas tentadoras que prometen el oro y el moro hasta comprar los famosos 3×2.

Los supermercados emplean toda una serie de trucos para conseguir que gastemos mucho más de lo que teníamos pensado. Pero, aquí estoy yo, con capa en mano, para contarte esos trucos de los supermercados para vender más.

Los productos que se venden en el supermercado se clasifican en:

  • Venta por impulso
  • Venta por razonamiento
  • Venta por necesidad

Por eso, si vamos a comprar algo de venta por necesidad como un kilo de harina o una botella de aceite para cocina, antes pasaremos por pasillos plenos de productos de venta por impulso y venta por razonamiento, porque los que se venden por necesidad están hasta el fondo de la tienda. ¿Esto contribuye a que vamos por un kilo de sal y salimos con el carrito lleno? Definitivamente, pero hay más.

En los exhibidores tenemos a la altura de la vista los productos que le dejan mayor ganancia a la tienda -no necesariamente los más convenientes- así que si deseamos obtener más por nuestro dinero tendremos que buscar en los anaqueles superiores o, mejor todavía, en los anaqueles inferiores. Ahí es probable que encontremos equivalentes más económicos y más convenientes para nosotros, pero tendremos que ejercitar las rodillas y la espalda. Los productos que pasan del nivel de los pies al nivel de los ojos aumentan en un 80% su venta, de ahí que los comercios elijan ese lugar para los artículos que mayores beneficios les reportan. Además, los productos destinados al público infantil, como los cereales, están colocados a la altura de los ojos de los más pequeños.

Las cabeceras o puntas de góndola son cuento aparte, ahí se concentran los productos que nos quieren vender con mayor razón, bien por que el cliente pague por esa posición o por que sea el producto de moda, más caro, que les deja mayor ganancia. ¿Mejor? ¿A quién le importa?

Ocasionalmente encontraremos productos realmente a bajo precio, localizados por supuesto al fondo de la tienda (una realmente buena oferta de frutas) pero para llegar al sitio habrá varios pequeños exhibidores estorbando el paso lleno de ofertas, esas "ofertas" son productos que no se han vendido en un plazo determinado (en Colombia los llaman "troncos") y a la tienda le urge desplazarlas porque ocupan espacio de almacenamiento. Cuidado, tal vez íbamos a comprar un par de kilos de naranja y terminamos comprando media docena de colorantes de repostería que nos servirán poco y nada. Pero la regla general es que los productos de primera necesidad como harina, el azúcar, la sal y demás, se encuentran en los estantes que están ocultos y alejados tanto de la entrada como de la salida.

Otro punto que es muy cierto es que las tiendas no compran el terreno donde se establecen, lo rentan. Les es más productivo rentar el terreno y construir en él sus instalaciones (siempre tendrán que construir forzosamente y se trata de desarrollos modulares) que comprarlo, porque la diferencia la usarán en comprar mercancías que les dejarán ganancias efectivas, en lugar de congelar el valor del terreno y no obtener ganancias inmediatas de su movimiento.

Así que, para no salir con el carrito lleno de -no-sé-qué-cosas- hay que entrar no solo con el tapabocas sino con tapaojos a los costados, como los caballos de las carretas.

Los carritos de compras

Esto puede parecer una tontería, pero el simple hecho de que los supermercados proporcionen a los clientes carritos y cestas de compras, es una manera fácil de hacer que nos sintamos cómodos, mientras vamos desembolsando nuestro dinero. Estos contenedores de plástico con ruedas añadidas son verdaderamente un pozo de los deseos, que simplemente no puedes dejar de llenar. Además, los expertos apuntan a que, en general, todos se desvían ligeramente hacia la izquierda. Esto obliga a sujetarlos con la mano izquierda, quedando libre la derecha para alcanzar cómodamente los productos.

Controlan el movimiento con el ambiente musical

La estancia media es de 55 minutos. A partir de aquí, las grandes superficies utilizan la música para controlar el tráfico humano del establecimiento. En los momentos de gran afluencia, lo ideal es una música con mucho ritmo que favorezca las compras rápidas. Si en cambio el local está semi-vacío, las canciones que suenan son más tranquilas y lentas. 

Precios psicológicos

Los precios nunca son redondos y casi siempre terminan en 5, 7 o 9, los números que atraen más al comprador al parecer más económicos y a su vez dificultar las comparaciones.

Ojito con la cartelería que es muy engañosa

¿No te has fijado que últimamente está todo lleno de carteles amarillos o rojos? Pues también tiene truco: se trata de dar la sensación de que todo está en oferta, de que todo tiene descuento y no es así. Si nos paramos a mirar bien todas las supuestas ofertas podemos ver cosas muy curiosas: cómo usan estas señalizaciones para disimular una subida de precio, donde antes había un cartel normal que marcaba el coste de un producto, ahora hay un cartelón amarillo en el que se lle que cuesta mucho más. También te puedes encontrar patadas a las matemáticas...

A veces la información que contiene es falsa y lo tienes ahí delante de tus mismas narices, como en la foto, en la que el cartel te dice "Ahorra comprando dos" y el precio por unidad llevándote dos es exactamente el mismo que al pasar por caja uno solo. Precios que necesitan una lupa para verlos, cantidades que no se corresponden...

Cuantas más paradas, más compras

Las grandes superficies están diseñadas para que tengamos que parar constantemente. El razonamiento que justifica estas interrupciones es que cada vez que interrumpimos la marcha fijamos la vista en algún producto y es más fácil que acabe en el carro.

Productos desordenados

Las empresas del sector han copiado las técnicas de las tiendas de oportunidades. Cuando vemos muchos artículos desordenados y apilados tendemos a pensar de manera inconsciente que son más baratos. Aunque la realidad sea que muy probablemente no hayan bajado de precio.

La luz

Es uno de los factores más importantes, según los expertos. Habitualmente se juega con ella en las secciones de alimentos perecederos para aumentar la sensación de frescura. La técnica es muy sencilla: utilizan luces fluorescentes.

Tarjetas de fidelidad

Seguramente estás cansado de escuchar la frase “Haz tus compras con nosotros y obtén descuentos y premios”. ¿Qué obtienen los supermercados con esta estrategia? En primer lugar, tus datos, y la posibilidad de atosigarte con millones de correos electrónicos, sms, con sus millones de ofertas y sus productos únicos, que por supuesto, nunca hallarás en ningún otro lado. Pero además de esto, la mayoría de ellos tienen aplicaciones, las cuales también debes descargar en tu celular para acceder a los descuentos, además de más publicidad con las notificaciones Push up de la app. Eso sí, si quieres acceder a los bonos de descuento deberás gastar bastante en cubiertas para autos o en productos de bebés o demás cosas que no necesites. ¿No te parece un poco abusivo? Y encima la mayoría de los descuentos que te prometen al presentar tu tarjeta de fidelidad, se aplican en productos que nunca compraríamos.

Los más vendidos

Los productos básicos, los productos enlatados, el pan y la leche son los que realmente atraen a las personas a los supermercados, pero casi todos saben cuánto cuestan en promedio lo mismo en casi todas las cadenas. Para vencer a la competencia y difundir la idea de los mejores precios, los supermercados ofrecen otro tipo de productos con descuento. Grandes carteles que intentarán pegarte en las narices para que llegues a los productos con descuento. Pero cuidado, porque la mayoría de las veces ocurre que lo que te quitan por un lado, te lo dan por otro, es decir, elevando los precios de otros productos.

Dime que color ves, y te diré cuanto gastarás

No dejo de sorprenderme con la capacidad creativa y estratégica de los supermercados para hacernos gastar más. Los gerentes responsables de idear estas estrategias deberían asumir cargos en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo,  para convencer a los miles y miles de extranjeros, a dejar el doble de dólares o euros. Imagínate, el color afecta a los compradores. Las personas son atraídas a tiendas con tonos cálidos, como rojos, naranjas y amarillos, en el exterior. Y los colores fríos del interior, como el azul y el verde, a menudo alientan a los compradores a gastar más. Así que ya sabes, tienes una tienda, píntala de rojo por fuera para atraer a los clientes y verde, en el interior, para que se transformen en compradores compulsivos.

Te engañan para asociar el color rojo a los descuentos

Desde siempre, la mayoría de los establecimientos utilizan un color rojo intenso para los carteles de sus ofertas, esto es algo que ya hemos interiorizado y hacer que asociemos el color rojo a las promociones. Los supermercados lo saben y aprovechan para poner el color rojo en los productos que para ellos son más rentables.

Cambio de lugar estratégico de los productos de primera necesidad

¿Alguna vez tuviste la sensación de estar jugando una búsqueda de tesoro en el supermercado? Desde hace cinco años, compro sistemáticamente las cosas en el mismo supermercado. Efectivamente, han logrado un lavado de cerebro perfecto en mi caso. Y como hace cinco años que voy al mismo supermercado, ya debería saber dónde se encuentran los productos habituales que consumo. Pero todas las semanas, me cambian las cosas de lugar, y mientras las busco como loco desesperado al borde de un ataque de pánico, voy llenando mi carrito de compras poco inteligentes.

No es necesario salir corriendo a tomar una cita con el psicólogo o mejor con la Terapeuta Floral. Todos caemos en estos trucos que utilizan los supermercados para hacernos gastar más. ¿Quieres conocer mi truco para engañar a los supermercados? Nunca entro a un supermercado con hambre, al supermercado hay que ir con el estómago lleno para no caer en tentaciones que vacían tus bolsillos y te llenan los carritos. ¿Que si resulta? A veces. Y otras veces, ellos ganan la partida.

¿Conoces algún otro truco con el que los supermercados te hacen gastar más? Déjalo saber en los comentarios.


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