En este artículo vamos a profundizar un poco más en la importancia y los beneficios que aporta la gatoterapia. Aprovecho la ocasión para invitarte a leer un artículo anterior en el que se comentó sobre este tema.
Muchos son los especialistas que recomiendan a las personas que vivan con un gato, especialmente a las personas que viven solas. Además de aportar aspectos positivos en la salud mental los gatos no necesitan de grandes cuidados, en comparación con otros animales, por ejemplo, los perros.
Vivir acompañado de un gato ayuda a entendernos mejor a nosotros mismos y a aceptarnos tal cual somos, los gatos tienen la virtud de no juzgar, de no hacer diferencias, solo disfrutan recibiendo cariño y lo devuelven a su manera, de manera natural y sin artificios.
Las familias que conviven con gatos tienen muchos beneficios psicológicos ya que fomentan y refuerzan la comunicación entre los hijos y los padres y entre los hermanos. Este es solo uno de los aspectos positivos de la gatoterapia.
Muchos especialistas en niños consideran que la convivencia con animales enseñan a los pequeños a tomar ciertas responsabilidades en tareas, además de aprender a respetar y a amar a otras especies, también consiguen momentos de calma en los que se relajan y hay una distensión del estrés.
La gatoterapia le brinda beneficios a las personas que tengan alguna dificultad tanto física como psíquica o con algún trastorno de tipo emocional o psíquico Existen estudios que lo demuestran Por ejemplo, entre los trastornos vinculados a las demencias o Alzheimer, autismo, síndrome de Down, trastornos conductuales en niños y otro tipo de trastorno los beneficios son claros.
En países como Estados Unidos varias investigaciones demostraron que los pacientes con cardiopatias reportaron una progresión mayor y más rápida si vivían con un felino, aumentando el porcentaje de supervivencia un año después de haber sufrido un episodio agudo como por ejemplo un infarto.
Las personas que viven con gatos en casa tienen una mayor posibilidad de no morir como consecuencia de un infarto. En el caso de la convivencia con los perros no se reportó el mismo efecto protector, posiblemente a los cuidados diarios que requieren los canes.
Muchas fundaciones y asociaciones dedicadas a mejorar la calidad de vida de personas con trastornos mentales graves emplean a gatos como parte de la terapia. En el caso de los niños autistas los gatos tienen diferentes efectos positivos. Si bien es cierto que los gatos no pueden curar una psicopatología severa se pudo ver que el contacto de los enfermos con los felinos les brinda dosis de felicidad, les devuelve la sonrisa, especialmente en los que llevan una vida solitaria.
Por último debemos hacer una aclaración muy importante, los gatos no son juguetes. Las personas que lo deseen podrán adoptar un gato acudiendo a una protectora de animales, en el caso de estimarlo oportuno (si bien incentivamos a las adopciones) se podrá conseguir uno en una tienda especializada. Pero en todos los casos debemos ser muy conscientes de que los gatos son seres vivos que tienen sus necesidades y que si no son atendidos como corresponden pueden llegar a sufrir. Por esta razón nunca hay olvidar que la gatoterapia no es solo una herramienta sino que es un agente activo que participará del tratamiento y puede decidir lo que no quiere y lo que quiere hacer.