17 Jul
17Jul

Con tantas funcionalidades que incorporan hoy en día los celulares ya no sabemos que es lo que más usamos de nuestro celular. La pregunta que plantea el título de este artículo no es tan banal como pudiera parecer. Desde el inicio de la comercialización de los teléfonos móviles a mediados de la década de los 80, y especialmente debido a la creciente evolución y desarrollo de las tecnologías móviles desde la entrada del siglo XXI, cada vez resulta más difícil discernir las utilidades de los celulares o terminales móviles, especialmente si las comparamos con el uso que se le atribuyó originalmente: realizar y recibir llamadas telefónicas. Ni más ni menos; así de simple.

En 1973, Martin Cooper inventó el primer celular. Como al principio eran tan grandes y caros, solo eran utilizados por los militares y algunas empresas. Para el 1983 eran más pequeños y económicos y podían ser utilizados por el público en general.

El teléfono móvil o celular, fue inventado en 1947 por la empresa norteamericana AT&T, pero no se hizo portátil de manera práctica hasta 1983 cuando Motorola culmina el proyecto DynaTAC 8000X, el que es presentado oficialmente en 1984.

Cuando Motorola desarrolló el teléfono móvil Dynatac 8000X en el año 1983, siendo el primer teléfono móvil del mundo y puesto a la venta el 13 de marzo del mismo año; pesaba 800 gramos y medía 33 por 4,5 por 8,9 centímetros. En la fecha de salida al mercado costaba U$3.995 dólares estadounidenses de 1983 y su batería tenía únicamente la autonomía de una hora en conversación. Un año más tarde (1984) 300.000 usuarios habían comprado el terminal.

Pocos apostaron seguramente a que en un espacio no superior a veinte años la telefonía móvil dejaría de ser un bien de lujo para convertirse en una herramienta de trabajo, ocio y comunicación casi imprescindible en los países del mundo desarrollado. A lo largo de este tiempo, la constante evolución tecnológica ha derivado en dos consecuencias visibles: la reducción permanente del tamaño de los terminales y la incorporación, al mismo tiempo, de un mayor número de funcionalidades que han dejado prácticamente de lado su cometido original: permitir comunicar verbalmente y en movimiento a dos personas separadas físicamente.

El Dr. Martin Cooper, el inventor del teléfono celular, con el prototipo DynaTAC de 1973 (en el año 2007)

¿Cuáles son, entonces, las nuevas utilidades que nos llevan a elegir un celular u otro y que actúan como factores diferenciales en el mercado?

  • Computadores como PCs: no es extraño encontrar hoy en el mercado, entre los modelos de gama alta, terminales cuya memoria RAM es de unos 8GB y de almacenamiento interno 64GB o más, muy superior a la que hasta hace no demasiado tiempo registraban algunos computadores portátiles destinados a tareas mucho más complejas. La creciente utilización de los móviles como pequeños computadores (sobre todo, los modelos con pantallas de mayor tamaño y resolución) requiere de unas características técnicas adecuadas a estos nuevos usos. A veces, resulta incluso difícil trazar la línea entre un teléfono móvil y una tablet.
  • Adiós a la Guía de Rutas: ¿quién no se fue de vacaciones con un mapa en la guantera para asegurarse de seguir el camino correcto hasta llegar al destino? Los GPS empezaron a formar parte de la fotografía tipo de un salpicadero hace ya unos cuantos años, hasta que el desarrollo de Google Maps y su integración en los dispositivos móviles hicieron posible que, con un único aparato electrónico, el conductor pudiese realizar y recibir llamadas, recibir instrucciones de una guía virtual y escuchar su música favorita prescindiendo de CDs. El todo en uno para los viajes.
  • El celular como ventana al mundo: con las excepciones de los amantes de la fotografía en detalle y los profesionales del sector, el teléfono móvil ha sustituido a las cámaras de foto y vídeo de mano. Con cada vez mayor resolución, las cámaras de los móviles retratan viajes y actividades cotidianas que serán compartidas en redes sociales con una calidad creciente.
  • Videoconsola portátil: ¿quién necesita una PlayStation cuando ahora, con un celular, puede disfrutar de sus videojuegos favoritos sin necesidad de estar sentado frente a un televisor? Cuando mejores sean el procesador, la resolución gráfica y la memoria disponible, más fácil disfrutar del FIFA, GTA o un casino en vivo en la palma de la mano.

¿Sabés para qué sirve el “Modo Avión” del celular si no viajas?

Pocas personas usan el “Modo avión” en el celular y en las tablets. Pero con estos consejos, seguro muchos lo van a empezar a usar.

Si pensabas que solo lo ibas a usar en pleno vuelo, te va a sorprender esto:

  • Carga más rápido el dispositivo: como desactiva todas tus actividades toda la corriente que recibe va directo a la carga.
  • Optimiza el tiempo de carga de la batería: si estás en ese maldito momento de 10% de carga, activa esta función que te desconecta los datos y el wi-fi.
  • Evita la tan molesta publicidad mientras juegas: generalmente los juegos que son gratuitos reciben publicidad mientras estás conectado. En “modo avión” vas a poder jugar sin interrupciones.
  • Para no ser interrumpido: cuando necesitas desconectarte del mundo, o por lo menos de las redes sociales, en este modo puedes concentrarte en lo que estás haciendo.
  • Y el más llamativo: contestar WhatsApp sin que se vea tu última conexión. Si necesitas enviar un mensaje nuevo o contestar alguna conversación sin que el resto vea tu conexión podes activar el “Modo avión”, después entras a WhatsApp y envías los mensajes que necesitas (estos no se enviarán, quedan en proceso de envío). Luego salís de la aplicación de mensajería y desactivas el “Modo avión”. Así los mensajes se enviarán pero no quedará registrado el último acceso a WhatsApp.
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