El demacrado vestido de negro, como si estuviera en un velorio o ejecución, soy yo… y mi mejor amigo, Yefferson, a mí me pego más, la situación. En mi cumpleaños número 20, el 8 de enero, tenía como 7 meses flaco.
Estaba pesando unos 53 a 55 kg, mi peso más bajo era 50 kg, en ese momento, mis 2 hermanas llegaron a pesar más que yo, ambas son más pequeñas en alturas y delgadas en ese entonces. Mi perro Bandido II (poodle blanco, Bandido I fue un cocker spanish doradito), se puso tan flaco como yo, en los huesos, se murió al año y medio, previamente había tenido pensamientos suicidas, uno en ese estado, pierdes ánimo y vitalidad, eres invisible para las mujeres, entre muchas cosas, pero la muerte de Bandido II, fue el peor momento de mi vida, fue el evento que más me acerco al suicidio real de mi parte.
Eso fue durísimo para mí, Bandido II era mi amigo, hermano, hijo y confidente. Se fue, era mi motivo de seguir vivo, y casi muero, cuando se murió, lo llevamos a un veterinario, moribundo, sin fuerzas.
Necesitaba sangre de un perro más grande y sano, según tenía anemia, y yo busque en los alrededores, estaba lloviendo, yo mojándome y desesperado, con hambre, la gente me cerraba la puerta, me ignoraba, no me dejaba explicarle, estuve una hora recorriendo todo.
Al volver… BANDIDO II, REY DE LOS CANINOS, EL PAPA UPA DE LA PLAYOLA, MURIÓ.
Mi madre y hermanas, que estaban con él, me dijeron que murió al instante que salí a buscar (corriendo) un donante canino. Lo poco que teníamos en la cuenta, lo usamos para comprar una caja de cartón, donde lo metimos con el paño y una manta recién compradas.
Nos quedamos sin comer una semana.
Regresando el bus, hacia la casa, llovía, la cara de tristeza y mirada pérdida de mis hermanas, y yo, igual. Mi madre no tenía ese apego, aunque si lo quería, pues ella lo adopto y lo trajo a casa, y es lógico, mi madre aún tenía lo más importante para ella con vida, nosotros 3, sus hijos.
Apenas llegue a casa, llore como nunca encerrado en mi habitación.
Tenía un día sin comer nada para ese momento. Ya venía mi corriente suicida, no tenía apoyo, todos mis amigos y conocidos, se fueron del país, yo sin internet, sin cel, para siquiera comunicarles mi sentir.
Sin embargo, me detuvo la idea de mi madre destruida y en llanto, sumado a las de mis hermanas, añada que al suicidarme, hasta deberían vender muchas cosas en la casa, o pedir apoyo familiar (en el extranjero) y vecinal, para enterrarme siquiera en un ataúd de madera podrida.
Morir es caro, en Venezuela.
No pude completar mi carrera de Ingeniería, no podía programar más, no podía resolver sencillas ecuaciones diferenciales, ya mi mente, pensaba en comida de forma casi total. Mi deseo sexual se desvaneció, mi placer era comerme una arepa con queso. Lo común, era arepa, arroz, espagueti y yuca, toda sola, con agua. En pequeñas cantidades. A veces, había día de lujos, bistec, un pescado, un juguito, etc.
Yo estaba muerto en vida… luego fui a Maracay (ciudad natal), yo vivía en Pto. Cabello, me quede viviendo entre Maracay y Turmero, por unos edificios de colores (donde vivia mi tía materna), al frente tenía la autopista intercomunal, al otro lado, el "bonito" barrio Macaro (no lo recomiendo).
Estuve 6 meses por allá, en uno de esos momentos, viaje a Caracas (por primera y única vez, desde que tengo memoria) por cuestiones laborales, mi tío era la mano derecha de un tipo que tenía un gran negocio de materiales escolares en la afamada Av. Bolívar. Entonces, por palanca, me llevo a mí para allá, ya que necesitaba a 2 de confianza, y el otro, era un señor que conducía.
Estuve en Altamira, en zona elegante, el Gobierno contrato los servicios del jefe de mi tío, y este señor envió a mi tío como su heraldo y mercancías para allá, nos hospedamos en un hotel elegante (segunda vez, en uno, la primera vez fue graciosa). Montamos una Feria Escolar, en el último piso de la Torre Británica, edificio gubernamental.
Esa semana que estuve allí, fue la que me devolvió el alma al cuerpo.
Estaba un poco más repuesto, estaba comiendo mucho mejor, ya no me veía tan demacrado como antes. Pero seguía demacradito, pero menos.
Pasaron tantas cosas, desde entonces y me volví un Profesor de Bachillerato en una institución privada en Puerto Cabello, las materias que ejercí, fueron la de Matemáticas, Física y Química, luego me dieron Historia, mis estudiantes fueron mis amigos e hijos, volví a tener fuerza para seguir y educar a una generación pérdida (muchos no sabían ni siquiera lo básico de Aritmética, por ausencia de profesor de Matemáticas. Poca cultura, mucha vulgaridad).
Solo estuve poco más de un año, como profesor, y sorpresivamente mi primo me envió plata para sacarme de allí, sin yo pedirle, solo le nació, y me dio nueva vida. Ya tengo más de 2 años en Colombia, llegue el 17 de febrero del 2019.
Se enteraron de que fui Profesor, muchos acá a donde llegue, y me "probaron", yo ayude gratuitamente por 6 meses, para darme fama y reconocimiento, a todos les fue excelente y ahora me llaman "El Profe" de forma coloquial, o "La Máquina" en el ámbito laboral. Tengo un trabajo fijo y otro eventual (Tutorías, talleres, etc.) en lo académico.
Aquí me ves, recuperado, más bonito y con vida. Así que respondiendo a la pregunta principal, ya que divague mucho, mucho preámbulo… SI HAY HAMBRE EN VENEZUELA, CADA VEZ PEOR.
Saludos, Reinhard "El Papacito de Urabá" Almeida 😎👍🏾