Síndrome del perro aullador

Esta es una historia que se adapta a cualquier tiempo a cualquier ciudad y a cualquier persona. Era un viejo granjero que vivía en un pueblo abandonado y en su vieja mecedora todas las tardes le acompañaba un perro fiel.

Sin embargo el perro cada que se acomodaba junto a su amo desde el principio hasta el final aullaba de dolor.

Un viajero que pasaba por el pueblo visita al viejo granjero y asombrado por los aullidos del perro le pregunta al granjero si está enfermo de algo y responde el viejo...

- no, mi perro es un perro sano -

- Entonces su perro tiene una tristeza por alguna razón y está deprimido, pregunta el viajero, a lo que el viejo responde:

- no, mi perro no tiene ninguna tristeza y es un perro normal y nunca se queja, solamente lo hace cuando me acompaña y se echa ahí justo en esa tabla que está ahí.

- Pues sigo sin comprender; dijo el viajero.

- Verá; respondió el granjero, ahí en esa tabla hay un clavo que sobresale justo donde se echa mi perro. El perro aúlla de dolor porque le pica el clavo y eso le duele al perro pero no le duele lo suficiente para que se quite del clavo que le pica.

Historia corta y aleccionadora que se adapta a la naturaleza humana en algunos de sus roles y que se llama de diferente manera por ejemplo.

En las relaciones destructivas, uno de los enamorados (supuestos) es abusado por el otro, le injuria, lo ofende, le pega y la "victima" lo único que hace es.... se queja pero permanece ahí, le duele, aúlla, chilla, pero permanece con el mismo o con la misma.

En el trabajo, la secretaria trabaja con un tirano, que le grita, la sobaja, la ofende, la acosa, pero en la fiesta de fin de año en medio de la fiesta, los regalos y la comida el jefe acosador le pregunta como se siente en la Empresa y le dice ella: -¡Excelente jefe!

Pero durante todo el año se quejó de la paga miserable, aulló por los malos tratos, se desquitó con sus pequeños hijos de sus frustraciones y con su pareja era común que llegara de malas, con dolores de cabeza y cansada por un trabajo tan pesado y...

NO SE QUITÓ DEL CLAVO, se quejó y se quejó PERO NO SE MOVIÓ.

El empresario en Redes de Mercadeo, que tiene pocas ventas y casi nadie quiere asociarse con él, y se queja del mercado, se queja de que la industria MLM está muy desprestigiada, que la gente no tiene dinero para comprar su producto, que los prospectos no tienen tiempo para escuchar su modelo de negocio, que su patrocinador y su empresa no lo apoya.

Y se queja y se queja, aúlla y aúlla pero no se capacita porque se está quejando claro mientras ve las tele-series o pierde el tiempo en el chat, en el face, en el whatsapp, en el cine, en el súper, haraganeando, no tiene tiempo para trabajar; pero si tiene tiempo de quejarse y quejarse.

Este espécimen es raro porque es común que se cambie de sitio, así que se cambia de empresa pero tan pronto salta de una a otra hace exactamente lo mismo, se queja pero no se capacita, aúlla porque no tiene resultados pero no trabaja y se vuelve a cambiar y trae EL CLAVO RODANTE de un lado a otro, siempre disponible para quejarse y para ocultar su mediocridad.

Para culpar a otros de sus malos resultados, pero NO SE MUEVE A LO IMPORTANTE. NO HACE CONTACTO CON PROSPECTOS, NO DEMUESTRA LOS BENEFICIOS DE SU PRODUCTO, NO PRESENTA SU MODELO DE NEGOCIO se mueve físicamente y salta como chapulín de empresa en empresa pero no mueve su mente y tampoco sus pies.

EL SÍNDROME DEL PERRO AULLADOR es muy común, a veces le dicen PROCRASTINAR, a veces le dicen ZONA DE CONFORT, a veces le dicen BAJA AUTOESTIMA, FALTA DE FE, MATA LA VACA y mil cosas más pero... si quitamos todas las etiquetas nos quitamos las caretas, nos vemos al espejo y nos preguntamos y nos respondemos...

¿Tengo el SÍNDROME DEL PERRO AULLADOR?

¿En que parte de mi vida?

¿Conmigo mismo, con mi familia, con mis amigos, con mi trabajo, con mi negocio, con mi entorno, con mis semejantes?

E inmediatamente después de identificar en donde tienes TU PERRO AULLADOR... MUÉVETE, PREPÁRATE Y ACTÚA.