10 Mar
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La empatía es la capacidad de ponerte en el estado emocional, mental y físico del otro. Se diferencia de la simpatía en que el otro, o sus circunstancias, ni siquiera tienen que gustarnos. Cuando empatizamos con alguien nuestros cerebros están funcionando sincrónicamente, lo que hace que las sensaciones sean las mismas que las de la persona con la que empatizamos.

Las personas altamente empáticas no pueden elegir cuando empatizan y cuando no, con la carga emocional y energética que eso conlleva.

Lee las siguientes características y descubre cuanto de empático eres.

  1. Lo sabes: Los empáticos saben cosas sin que se las hayan dicho.
  2. Las multitudes te drenan: Los lugares públicos muy concurridos como centros comerciales, supermercados o estadios pueden llenar a un empático de las emociones turbulentas que vienen de los demás.
  3. Si lo sienten ellos, lo sientes tú: Algunos sienten las emociones de los que están cerca y otros sienten las emociones de los que están a una gran distancia, o ambas, en función de la conexión que tengan con esa persona.
  4. No soportas ver violencia, crueldad o tragedia: Algunos empáticos optan por dejar de ver televisión y leer periódicos.
  5. Sabes cuándo te están mintiendo: Si un amigo o un ser querido está diciendo mentiras, un empático lo sabe, incluso si alguien está diciendo una cosa, pero sintiendo o pensando otra.
  6. Recoges los síntomas físicos de otro: Un empático casi siempre desarrollará las dolencias de otro (resfriados, infecciones oculares, dolores en el cuerpo y sufrimientos), especialmente de los más cercanos.
  7. Sufres trastornos digestivos y/o problemas de espalda: Los empáticos no siempre pueden “digerir” tanta emoción ajena por lo que su chakra del plexo solar, responsable del aparato digestivo y del mundo emocional, se resiente. Además “tanta carga sobre la espalda” termina somatizando en dolores en ella.
  8. No puedes desentenderte de los desfavorecidos: Cualquier persona sufriendo, con dolor emocional o siendo intimidado, llama la atención y compasión de un empático.
  9. Los tristes se acercan a ti: un empático puede convertirse en un vertedero de los problemas de todos los demás, incluso de personas a las que apenas conocen.
  10. Estás siempre cansado: Resulta normal que se queden sin energía puesto que se les acercan constantemente personas que crecen de ella. Cada vez que puedas acércate a la Naturaleza, y recárgate con su energía. Sería conveniente también que andases descalzo para mandar a tierra toda esa negatividad que a menudo cargas.
  11. Tendencia a narcotizarte: En una huida del exceso de emociones ajenas que portas puedes recurrir al alcohol, las drogas, el sexo, los ansiolíticos… como una forma de salir del dolor ajeno
  12. Te atraen las terapias alternativas de sanación y tienes dotes para ellas: Muchos empáticos optan por el estudio de técnicas de sanación, aunque si no aprenden bien a impermeabilizarse energéticamente terminaran abandonándolas por la carga adicional de energías densas que les acarrea.
  13. Eres muy creativo: Tanto la alta emocionalidad como la creatividad son funciones del hemisferio derecho así que es normal que se encuentren unidas.
  14. Amas la naturaleza y a los animales: Para todos los humanos ambas cosas suponen una limpieza energética, evidentemente para los empáticos es casi una necesidad.
  15. Necesitas pasar tiempo a solas: Un empático se vuelve loco si no tiene tiempo para estar tranquilo. Esto es aún más evidente en los niños empáticos.
  16. Te aburres o desconcentras cuando algo no te interesa: Aunque nos sucede a yodos en mayor o menor medida, a los empáticos les pasa con mayor intensidad.
  17. Necesitas decir y hacer siempre lo que consideras TU VERDAD: La empatía también ocurre hacia adentro, hacia las necesidades esenciales de la propia persona que no pueden ser desoídas ni desatendidas por esta.
  18. Siempre estás buscando respuestas: Los empáticos huyen de la carga añadida de la incertidumbre.
  19. Necesitas contar con espacios ordenados a tu alrededor: El desorden y el caos drenan todavía más la energía, por ello necesitan espacios amplios y poco recargados, por donde fluya la energía. Hacer uso del feng shui en la medida de lo posible les será muy útil.
  20. Te encanta soñar despierto: La creatividad, el enorme mundo emocional del empático, hacen que puedan asociarse con esas historias que crean y cuyo cariz pueden controlar.
  21. La rutina y los límites te agobian: Cualquier cosa que le quite su libertad es debilitante e incluso como un veneno para un empático.
  22. Eres propenso a engordar a pesar de no comer demasiado: El exceso de peso es una forma de protección para detener las energías entrantes negativas que tienen tanto impacto.
  23. Sabes escuchar: Nadie escucha mejor al otro que un empático, esto es porque “oyen” también el mundo emocional que se esconde tras las palabras.
  24. No soportas a los desconsiderados: Los empáticos no soportan a la gente que trata mal a los demás y no se preocupa de las consecuencias de sus actos.
  25. Empatizas hasta con el calendario: Los empáticos sienten el calendario, tienen “cuerpo de lunes, o de domingo” “huelen la primavera”…
  26. No te van las antigüedades o artículos de segunda mano: Esto es porque los empáticos sienten la energía remanente que queda en los objetos de sus antiguos propietarios.
  27. Te sienta mejor la comida vegetal que las carnes: Una vez más la culpa es de la energía residual, si el animal murió con miedo o dolor, lo sientes.
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