16 Oct
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Algunos estudios han establecido que ciertas señales no verbales, como la forma de caminar, pueden ser indicadores precisos de la vulnerabilidad de ser la víctima de un delito. Basándose en estas señales, los sujetos con un alto nivel de rasgos psicopáticos son capaces de identificar la vulnerabilidad de una persona. Esa información influiría en la decisión del delincuente de atacar o no, según si la posible víctima le parece más o menos vulnerable.

No obstante, cabe destacar que guiarse por las señales no verbales no implica dar atención a unas señales específicas y de manera voluntaria. La detección de la vulnerabilidad con base al comportamiento no verbal es un proceso más bien intuitivo, los sujetos simplemente saben que una persona es vulnerable.

La psicopatía no es el único trastorno de personalidad asociado a un mayor número de  víctimas y a más manipulación y engaño. Por lo tanto, es posible que haya sujetos con otros trastornos de personalidad (o con rasgos relacionados) capaces de detectar a las víctimas más vulnerables con base en señales no verbales. Por esta razón, el estudio extiende la relación entre psicopatía y detección de señales no verbales indicadoras de vulnerabilidad a los rasgos asociados a la Tétrada Oscura.

Las señales del comportamiento no verbal que más indican vulnerabilidad a ser víctima es el movimiento del cuerpo, y específicamente, la forma de caminar. En un estudio con delincuentes encarcelados por atacar a extraños se observó que estos, al mirar varios videos de personas caminando, son capaces de determinar los blancos más fáciles y a aquellas personas que es mejor evitar atacarlas. Las diferencias en la forma de caminar entre los blancos fáciles y difíciles se daban en: la longitud de zancada (corta, larga o media), el cambio de peso en el caminar (de arriba hacia abajo o lateral), coordinación entre brazos y piernas y colocación de los pies.

También hay diferencias de género en los agresores:  los hombres con rasgos psicopáticos son mejores que las mujeres en detectar mujeres vulnerables a través de señales no verbales. Esta capacidad se ha observado en muestras de estudiantes, delincuentes y de oficiales de policía.

Hasta hace poco, la combinación de rasgos de psicopatía, maquiavelismo y narcicismo se ha considerado como un posible constructo unitario llamado la Tríada Oscura. En cambio, en la Tétrada Oscura se añaden rasgos de un sadismo del a día a día, que hace referencia a la obtención de placer a través de provocar daño a otros y un deseo recurrente de hacerlo. Todos los componentes de la Tétrada Oscura muestran relaciones con comportamientos antisociales, bullying, trolling online y con la obtención de placer a través de las desgracias de los demás.

En el estudio participan 99 estudiantes a las cuales se les aplican varios cuestionarios relativos a los rasgos de la Tétrada Oscura. Los participantes observan 8 videos en los cuales varias mujeres caminan de espaldas a la cámara, para evitar la influencia de las expresiones faciales. De las 8 mujeres grabadas, 4 de ellas fueron víctimas de algún delito en el pasado y 4 no. Para cada grabación, se pide a los sujetos que indiquen si creen que las mujeres del video fueron víctimas de algún delito o no. Además, deben dar una justificación para cada evaluación de la vulnerabilidad, es decir, deben decir en qué se basan para considerar que una mujer fue víctima o no en el pasado (p. ej. en la edad, ropa, género, movimiento al caminar, intuición, etc.).

Al igual que en otros estudios, se encuentra una alta precisión en la detección de la vulnerabilidad en aquellos sujetos con altas puntuaciones en psicopatía. También se observan los mismos resultados en los sujetos con puntuaciones altas en maquiavelismo y en el sadismo del día a día. En cambio, no se encuentra una relación significativa entre tener rasgos de narcisismo y detectar la vulnerabilidad con base en las señales no verbales.

En la psicopatía se consideran dos factores. El Factor 1 se asocia a una predominancia de comportamientos de manipulación y de insensibilidad afectiva. El Factor 2 indica un estilo de vida errático y más comportamientos antisociales. De estos dos factores, se observó que el segundo es el mejor predictor para la precisión en la detección de la vulnerabilidad, por encima de todos los demás rasgos de la Tétrada Oscura.

Cabe destacar que los rasgos de la Tétrada Oscura se solapan (excepto los del narcisismo), por lo que un sujeto con rasgos psicopáticos puede detectar igual de bien la vulnerabilidad que un sujeto con rasgos de psicopatía, maquiavelismo y sadismo.

No se encuentran relaciones entre tener rasgos de la Tétrada Oscura y utilizar las señales no verbales relativas a la forma de caminar para discriminar la, vulnerabilidad. Lo que indican estos resultados es, tal como mencionábamos antes, que los sujetos no analizan la forma de caminar de forma consciente. Los participantes se daban cuenta a través de la intuición de quienes eran víctimas y quienes no.

Aunque los sujetos no sean conscientes de que se fijan en la forma de caminar, sí que valoran de manera correcta a las mujeres de los videos en función de las diferencias en ese aspecto. También parece ser que la forma de caminar destaca por encima de la apariencia física y la vestimenta, un resultado obtenido en este y en otros estudios previos.

La falta de asociación entre rasgos de narcisismo y la precisión en detectar la vulnerabilidad a través de la forma de caminar se puede deber a que en el narcisismo predomina el egocentrismo y la sensación de grandiosidad. Estos rasgos pueden desviar la atención hacia uno mismo e impedir una detección precisa de la vulnerabilidad en otros. En cambio, en los demás componentes de la Tétrada Oscura predominan otros rasgos que pueden facilitar esa detección: la insensibilidad afectiva, la impulsividad, la manipulación, etc.

Cabe destacar que la vulnerabilidad a ser la víctima de un delito no implica culpar a las víctimas. La importancia de este tipo de análisis reside en la detección de factores que podrían ser utilizados en entrenamientos de defensa ante delincuentes potenciales. De hecho, existen estudios que han demostrado que el entrenamiento para cambiar la forma de caminar reduce la percepción de vulnerabilidad de terceros.

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