27 Feb
27Feb

La búsqueda de la felicidad nace del instinto natural de la alegría, sin embargo, existen muchos ingredientes que resultan inevitables en distintos momentos. Es positivo que tomemos conciencia de todo aquello que no podemos evitar ya que, gracias a esta perspectiva, podemos empezar a tener una visión realista de la propia vida. ¿Qué es lo que no puedes evitar aunque lo intentes con todas tus fuerzas?

El sufrimiento

A nadie le gusta sufrir, es más agradable estar en una fiesta. Sin embargo, en el viaje de la vida, el sufrimiento inicial es inevitable. Por mucho que los libros de autoayuda edulcoren la realidad, existen circunstancias en las que tu mundo interior se resiente. Cada persona acumula su propia dosis de sufrimiento existencial que es el resultado de esas vivencias con un tono gris. Solo es posible entender el sufrimiento ajeno desde la empatía de lo que significa la herida.

El desamor

Por mucho que te protejas en el plano sentimental, por mucho que quieras llevar las riendas de tu propia vida, no controlas todos los detalles. No sabes en qué momento puedes conocer a alguien que rompa tus expectativas. No sabes qué puede ocurrir en el futuro de tu historia de amor. Sencillamente, porque incluso aunque tengas la certeza respecto de aquello que tú sientes, el futuro queda abierto a otros muchos factores.

La decepción

Uno de los sentimientos más desagradables y que se materializa en el hecho de todo aquello que es importante para ti y, a pesar de tu esfuerzo previo y tus ilusiones, ese hecho ha roto todas tus expectativas. Alguien te dirá que es mejor vivir sin expectativas, es decir, no depositando tantas ilusiones en algo que no se ha dado todavía. Lo cierto es que el hecho de tener expectativas es un síntoma de vida. Debemos ajustarlas, sí, pero no matarlas. ¿Acaso existe algo más decepcionante que matar cualquier tipo de ilusión previa?

Las despedidas

Cuánto duelen las despedidas, especialmente, aquellas que son definitivas. La muerte es un ejemplo de ello. La muerte muestra el peso de lo inevitable a través de una separación que propicia la angustia del vivir. Existen momentos en los que la parte existencialista del alma late con más fuerza. Esa parte consciente que se hace preguntas sobre el sentido de la vida, el miedo a la muerte y cuestiones que se retroalimentan en forma de bucle. Despedirte de alguien a quien deseas seguir viendo es una de las contradicciones más dolorosas de la existencia.

Una situación que también puede darse en la forma del desamor o una amistad rota.

El Fracaso

El fracaso existe, aunque también tenga lecciones que lo fortalecen. Sin embargo, por mucho que lo evites, vivirás situaciones en las que los resultados son muy distintos de lo que habías planificado. Y entonces, tienes que empezar de nuevo. Protegerte para no fracasar nunca más significa no volver a emprender nunca más la conquista de un sueño.

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