Emociones y sentimientos reprimidos pueden causar dolencias a nivel del sistema gástrico pero también dolor de espalda, algo que ha sido probado por distintos estudios que concluyeron que las emociones se relacionan con la columna vertebral que es el soporte de todas las cargas físicas pero también de las emocionales.
Existe en el campo de los estudios holísticos una función que consiste en identificar cómo las emociones se relacionan con la columna vertebral y esto se transforma en una herramienta para decidir conocerse mejor y buscar mejorar diariamente la mente, el cuerpo, el alma y el espíritu.
La postura física que adopta cada persona corresponde al denominado “sistema kinésico” e indica sobre lo que vive y la forma en que asume la toma de decisiones en todos los aspectos de su vida. Así, por ejemplo, una persona sumisa y con miedo se siente débil y tiende a curvar su espalda, cuanto más grandes son esas preocupaciones esta zona del cuerpo comienza a doler con frecuencia.
Se cree también que el dolor estaría relacionado con el estado emocional del cerebro y por ello la actitud y pensamientos de una persona pueden determinar que sufra distintos estadios de dolor.
Vértebras y su equivalente emocional
Cada vértebra brinda informaciones adicionales sobre el origen de un malestar. La columna vertebral se compone de diferentes zonas: la cervical, la dorsal o torácica, la lumbar, y la zona sacro y coxis.
Veamos entonces todas las vértebras y su equivalente emocional para comprender qué nos dice nuestro cuerpo:
Vértebras Cervicales
C1: Llamada ATLAS esta es la primera vértebra cervical que sirve de soporte a la cabeza y el dolor en esta zona puede ser causado por miedo, preocupaciones, negatividad o dificultad para expresar las propias emociones.
C2: Su nombre es AXIS y es la segunda vértebra cervical y tiene un trabajo en colaboración con la C1 y le permite moverse. Se conecta con los principales órganos de los sentidos (ojos, nariz, orejas, boca) que serán los afectados cuando C2 tenga algún malestar.
C3: Es la tercera vértebra cervical, por su posición se mantiene asilada y no trabaja con otras vértebras y si se encuentra mal puede causar aislamiento y traer problemas en la piel, huesos o nervios del rostro
C4, C5, C6: Son las vértebras cuarta, quinta y sexta cervicales y están ubicadas a nivel de la tiroides por eso se relacionan con ella, jugando un papel importante en las cuerdas vocales y todo tipo de desarmonía en la comunicación. Se relacionan con las dolencias que afectan boca, lengua, cuerdas vocales y faringe, además de todas las zonas del cuerpo que se encuentren entre la boca y los hombros.
C7: Esta es la última vértebra cervical y se encuentra influenciada por todo lo relacionado a las creencias, la moral y lo espiritual. Cuando el organismo no está armonizado esta vértebra puede reaccionar y afectar manos, brazos, codos y esto puede verse a través de inflamaciones o dificultad de movimientos.
Zona dorsal o torácica
Esta es la zona central de la columna vertebral ubicada en la zona por debajo de las paletillas y la región que refleja la culpabilidad emocional y afectiva. El dolor en esta zona dorsal puede aliviarse con un masaje para eliminar las contracturas y también se recomienda combinarlo con algunas sesiones de acupuntura. Las 12 vértebras que componen la zona dorsal son:
D1: Esta vértebra puede reaccionar cuando se sobrepasan los límites de exigencia, ya sea en el trabajo, la práctica de un deporte o cualquier situación que lleva al individuo hasta el punto final de las fuerzas mentales, físicas o emocionales. Los dolores se verán reflejados en cualquier área del cuerpo situada entre los codos y la punta de los dedos, pero también puede generar dificultades respiratorias.
D2: Esta vértebra reacciona con facilidad cuando la emotividad se ve afectada, muy común cuando una persona acumula y ahoga sus emociones, un malestar que puede también estar acompañado de dolores en la zona del corazón o pulmones.
D3: Relacionada con los pulmones y el pecho esta vértebra dorsal suele afectar a individuos con fuerte tendencia a juzgar personas o situaciones.
D4: Relacionados a los placeres, deseos y tentaciones insatisfechas, muchas veces la persona tiene una expectativa con relación a esto que carece de realismo y puede generar dificultades con la vesícula biliar.
D5: la quinta vértebra dorsal D5 se puede afectar al encontrar en una situación en que tienes la sensación de perder el control. Se debe observar que el mal estado de D5 frecuentemente está acompañado de diversos malestares afectando mi hígado y mi circulación sanguínea.
D6: El dolor o molestia se genera cuando una persona tiende a criticarse y juzgarse muy severamente, algo que viene por lo general de hacer sido educada en un entorno estricto y rígido. El malestar suele darse a nivel del estómago.
D7: Esta vértebra reacciona cuando el individuo lleva al límite sus fuerzas en lo que debe hacer sin escuchar su cuerpo que necesita descanso y relajación.
D8 y D9: Ubicadas a la altura del diafragma trabajan juntas y se ven afectadas cuando la persona vive un estado de inseguridad o miedo a perder el control de una situación o de otra persona. Afectada la D8 puede causar dolor del diafragma y el bazo, mientras que si el mal estado está en la D9 puede aparecer una alergia, urticaria o hasta un mal funcionamiento de las glándulas suprarrenales.
D10: Cuando esta vértebra es afecta se refleja una profunda inseguridad y por lo general su mal estado se acompaña de dolores en los riñones.
D11: Por lo general la afección en esta vértebra cuando el sistema nervioso tiene dificultad en funcionar adecuadamente y puede generar dolores en los riñones o enfermedades de la piel como acné o eczema.
D12: Esta vértebra dorsal se ve afectada sobre todo cuando la persona vive en un lugar cerrado y su malestar se acompaña por lo general de problemas intestinales, dolores en las articulaciones o circulación linfática deficiente.
Zona lumbar
Los dolores en esta región son una manifestación de la presencia de inseguridades materiales relacionadas con el trabajo, dinero, bienes y problemas afectivos. Las 5 vértebras lumbares son:
L1: Suele verse afectada ante un sentimiento de impotencia al no poder cambiar una determinada situación no querida y puede traer enfermedades relacionadas con el aparato digestivo, estreñimiento, disentería, etc.
L2: El buen estado de esta vértebra lumbar depende de la flexibilidad de la persona frente a sí misma y a los demás. Esta vértebra en malas condiciones puede generar enfermedades a nivel del abdomen, el apéndice o las piernas con la aparición de varices.
L3: Esta vértebra lumbar puede verse afectada cuando se viven situaciones familiares tensas y puede llevar a sufrir dolencias en los órganos genitales o en las rodillas como artritis.
L4: El malestar en esta vértebra lumbar se debe frecuentemente a la dificultad en transigir con la realidad del día a día y puede llevar a sufrir dolores en la zona del nervio ciático o próstata en el caso del varón.
L5: Se ve afectada por sentimientos como celos, disgusto o frustración y su mal estado puede ocasionar dolores en las piernas hasta los dedos de los pies.
Zona Sacro y coxis
Esta es la zona que más dolores puede provocar en la mayoría de las personas. Entre las vértebras del Sacro tenemos:
S1, S2, S3: Estas 3 vértebras pertenecientes a la zona del sacro están soldadas juntas y por lo tanto conforman un todo, relacionándose con la rigidez, personas con mentes cerradas que se niegan a escuchar a los demás generando problemas en la comunicación verbal y sexual.
S4, S5: El origen de los deseos está en estas vértebras del sacro y quien es capaz de administrarla bien (descanso y hacer cosas placenteras) podrá disfrutar de su buen funcionamiento. Un desequilibrio en ellas puede hacer aparecer dolencias relacionadas con los órganos genitales (infertilidad, frigidez o herpes) o de los riñones (cistitis, cálculos) o relacionados con la digestión (diarrea, estreñimiento).
Coxis: Está vinculado con el centro de energía o primer chakra. Formado de 5 vértebras coxigianas soldadas juntas, representa la dependencia a alguien o frente a la vida en general y un desequilibrio al nivel de este centro de energía puede producir diferentes desórdenes físicos como hemorroides, trastornos urinarios o incontinencia.
Más sobre conocer las vértebras
Conocer las vértebras y su relación emocional ayuda a investigar cómo es posible vivir de una manera más saludable, hacer un cambio en el estilo de vida e incorporar valores esenciales.
La parte superior de la espalda corresponde a la región del corazón y al centro energético cardíaco. Los dolores de espalda se refieren a las primeras fases de la concepción, a las necesidades de base y a la estructura más fundamental del ser. Las 7 vértebras cervicales están particularmente referidas en este sector.
Las vértebras cervicales se refieren a la comunicación y a mi grado de apertura frente a la vida. Mi ingenuidad puede hacerme vulnerable a este nivel.
Si tengo la sensación que se me quiere juzgar, criticarme o herirme, podré estar afectado en este plano y tendré tendencia a encerrarme como una ostra.
Las cervicales C1, C2, y C3 están particularmente afectadas si me desvalorizo al nivel de mis capacidades intelectuales y las cervicales inferiores reaccionarán a la injusticia que puedo tener la sensación de vivir en mi vida o a la que veo alrededor mío y que me repugna. Además, cada vértebra me da las informaciones adicionales sobre la fuente de mi malestar.
Dolores de espalda y sus correspondencias emocionales
Columna
Hoy hablamos sobre el significado emocional del dolor de espalda. Lo dividimos en las zonas cervical dorsal, lumbar, sacro y coxis. Una parte fundamental al tratar dolores de espalda es comprender la influencia emocional.
Zona cervical
La parte superior de la espalda corresponde a la región del corazón y al centro energético cardíaco Los dolores de espalda en esta zona se refieren a las primeras fases de la concepción, a las necesidades de base y a la estructura más fundamental del ser. Las 7 vértebras cervicales se refieren a la comunicación y al grado de apertura frente a la vida.
“No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con ellas” Jorge Bucay