Rasputín; entre lo terrenal y lo mágico

Gregorio Rasputín era monje ortodoxo, y aunque no practicase (no tenía tiempo, las fornicaciones lo matenían bastante ocupado) sabía de qué se trataba, y en donde se concentraba el Poder, la iglesia lo ha sabido siempre, y espera naturalmente su oportunidad para ejercerlo, cuanto menos indirectamente, para ello es necesario infiltrar la corte. Esa era su función más importante.

Fascinaba porque era, al mismo tiempo, un monje místico y un pecador. Abrazaba la religión pero llevaba a cabo curaciones milagrosas que nadie podía explicar. Cuando se hizo adulto no encontraba trabajo estable, se dio a la bebida y participó en un robo de caballos (por lo visto, la actividad delictiva más popular en aquellos tiempos). Curiosamente, sus compinches fueron desterrados de Siberia, y él fue el único que no fue condenado.

Y como han tenido el Poder durante siglos, saben a qué peligros han de enfrentarse, por ello aprenden cómo actuar eventualmente.

Y nuestro amigo Gregorio el místico (más bien llamado "el loco") conocía los secretos de la aristocracia, porque aparte de compartir lecho con la Zarina, lo hizo con bastantes otras féminas de la aristocracia rusa. Como dato curioso diré que su pene se conserva (supuestamente) en un museo erótico.

Y cuando se trata de Poder hay reglas especiales, por ello en todos los gobiernos rusos (incluso con Stalin) siempre hubo un "consejero" religioso (y en la Casa Blanca también), el del actual zar de Rusia (el muy Putín) se llama Tikhon Shevkunov, líder del consejo de la Iglesia ortodoxa rusa, y miembro de la Duna (el parlamento ruso) y tiene más poder que cualquier alto funcionario del Kremlin.

Y nuestro "héroe" no se estaba chupando el dedo, tenía su red de espionaje que lo mantenía al tanto de lo que ocurría bajo cuerda, se preparó. Se sabe que empezó a digerir arsénico en proporciones mínimas que se fueron incrementando paulatinamente, hasta proporcionarle inmunidad.

Por ello cuando intentaron envenenarlo, lo único que consiguieron fue que le dio una diarrea…

De los demás intentos se podría decir que fueron pésimamente ejecutados, el Poder que realmente poseía (era además el principal consejero del Zar) hacia difícil encontrar alguien profesional que se atreviera a liquidarlo. Lo intentaron pues por si mismos estos incompetentes aristócratas, incapaces ellos de limpiarse el trasero, pues tenían sirvientes para ello.

Total que se pasó por una serie de intentos de todo tipo, hasta que el príncipe Félix Yusúpov, con ayuda de varios miembros de la nobleza rusa, organizó su asesinato. Investigaciones recientes indican que también estuvo implicado el Servicio Secreto Británico. Lo llamaron al palacio de Yusúpov con la excusa de que su esposa Irina quería conocerle.

Le dispararon por la espalda, varias veces, supuestamente una en pleno corazón. Cuando se acercó a comprobar si había muerto, Rasputín se avalanzó sobre él, y lo maldijo. Purishkévich lo acribilló a balazos, pero Rasputín no caía. Salió huyendo hasta que otro disparo lo alcanzó en el hombro. Después lo remataron con un tiro en la cabeza. Lo ataron con cadenas y lo tiraron al río Neva, donde apareció días después, congelado. La policía rusa hizo esta fotografía:

La autopsia reveló (dicen) que murió ahogado… Su cadáver fue enterrado junto al palacio, pero unos años después lo desenterraron y quemaron en un bosque.

Obsérvese la aldea en donde nació, y constaten las cabañas donde vive la gente, y miren al fondo a la izquierda el tamaño de la iglesia…

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