El Lenguaje corporal, es una forma de comunicación no verbal que se basa en los gestos, posturas y movimientos del cuerpo y rostro para transmitir información. Esto generalmente es porque existe una contradicción entre lo que comunica verbalmente esa persona y lo que dice su lenguaje corporal.
Les comparto este decálogo de truquitos que me han servido mucho en diferentes ocasiones, prueba a aplicarlos y verás los resultados.
Después de una broma buena o durante una discusión divertida en compañía de amigos, cada uno sin darse cuenta mira a aquel que le cae mejor. Por eso si quieres saber todo acerca de las relaciones entre tus amigos, prepara un par de chistes buenos.
Antes de una conversación importante, un discurso o un evento que te pone nervioso, prueba masticar un chicle o comer algo. Nadie come si está enfrentando un peligro. Por eso cuando masticas algo, tu cerebro piensa que no hay ninguna amenaza y puedes relajarte. Te envía una señal que reduce la tensión nerviosa y te ayuda a relajarte.
Si no te gusta la respuesta de tu interlocutor o te parece que te está ocultando algo, simplemente sigue mirándole directamente a los ojos. En tal situación, el silencio de tu interlocutor se volverá tan insoportable que se verá obligado a contarte literalmente todo con tal de ponerle fin.
Para que no te preocupes durante un examen importante o una entrevista, imagina que la persona enfrente tuyo es un amigo que no habías visto desde hace mucho tiempo. Esto te ayudará a calmar tus nervios de inmediato y se te hará más fácil contestar todas las preguntas.
Si tienes que tratar a mucha gente en el trabajo, cuelga a tus espaldas un espejo pequeño. Te sorprenderá ver que muchos clientes se empezarán a comportar mejor y buscar llegar a un acuerdo contigo. Esto es porque a nadie le gusta verse enojado ni molesto.
Tan solo mira esta foto. ¿Acabas de bostezar, verdad? Sí, el bostezo es increíblemente contagioso. Es suficiente bostezar y mirar hacia los lados para entender quién te estaba observando. La persona que te estaba mirando probablemente también bostezará.
Este fenómeno se llama "snackman effect". Lo que pasa es que asociamos el proceso de comer con tranquilidad y relajación. La probabilidad de que una persona ataque a la otra que está comiendo es muy baja, así que el conflicto rápidamente se extinguirá.
Hazle a una persona una pregunta personal o pide su opinión acerca de algo. Mientras ella piensa en una respuesta, su cerebro estará tan ocupado que hará todo lo demás de forma automática. En una situación así la mayoría de las personas tomarán de tus manos lo que quieras entregarles.
Debe ser algo sencillo (que te pase la salsa, una servilleta, una hoja o una pluma). La persona que hace el favor subconscientemente decide que le caes bien, por eso decidió ayudarte y lo volvería a hacer.
Las personas recuerdan mejor lo que sucede al principio o al final del día y de lo que ocurre en el medio guardan recuerdos borrosos. Por eso siempre agenda una cita importante al final o al principio de tu jornada. Y en caso de una entrevista intenta ser el primero o el último de todos los candidatos.
Los pies de una persona durante una conversación ayudarán a descubrir cuál es su actitud hacia sus interlocutores y qué emociones oculta. Si te acercas a los demás y ellos solo voltean su torso hacia ti sin cambiar la posición de sus pies, no les caes tan bien. Por cierto, las puntas de los zapatos o las botas del interlocutor que apuntan hacia un lado indican que quiere retirarse lo más pronto posible.
Reflejar los gestos, posturas o expresiones faciales de tu interlocutor te ayudará a ganar su confianza. Incluso si la persona no se da cuenta de esto. Se verá a sí misma en ti debido a los gestos que ya conoce subconscientemente. Y, por lo general, la gente se quiere. Pero aquí lo importante es no exagerar.