02 Aug
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El Día de la Cerveza se celebra el primer viernes de agosto en el mundo y no te preguntes por qué ni cómo empezó todo. Aunque es algo relativamente nuevo, ya hay diferencias sobre el instante fundacional. Lo empezaron a festejar unos amigos en California en 2007 o 2008. Obviamente esta niebla alrededor de los hechos colaboró en la difusión y apropiación general del evento.

Lo cierto es que se convirtió en una celebración global que tiene lugar en bares, pubs, terrazas y patios con la idea de disfrutar una pinta con amigos. La idea en sí no encontró oposición y tampoco nadie se negó a llevarla adelante. Hasta que el calendario se complicó un poco unos años después, en 2011, cuando una red de bloggeros especializados de varios lugares del mundo propuso el primer jueves de agosto como el IPA Day.

El que es suspicaz y le gusta leer entre líneas ve acá un capítulo de la batalla ficcional que enfrenta la cerveza industrial con la artesanal. Un ajedrez de Equipos de Prensa & PR en disputa simbólica. Así, la bebida en su conjunto y uno de sus estilos estrella (bandera de los cerveceros artesanales) comparten su día con unas horas de diferencia. Ideal para enganchar una jornada con la siguiente. Los terrenales bebedores felices.

Festejar, esa es la cuestión

Como sea, en Argentina la cerveza de todo tipo y color tiene motivos para festejar. Según la asociación Cerveceros Argentinos, el consumo por persona llegó en 2018 a los 45 litros, cuatro más que en 2016. De esa forma, sus niveles más altos, similares a los de 2011 (se elaboran unos 18 millones de hectolitros por año en el país). A pesar de la caída del consumo generalizado, claro.

día de la cerveza

Y lo mejor más allá del día de la cerveza es lo que aún queda por ganar. Porque aunque 45 litros pueda sonar a mucho, el consumo per capita local es bajo. Eso comparado con el promedio de la región, que está cerca de los 60 litros. Brasil y México beben 66 y 65 litros por persona por año respectivamente. En el mundo el primer puesto se lo llevan los checos con 143 litros cada uno. Después Namibia con 108; Austria con 106, y Alemania con 104.

La IPA se consolida su reinado

Los cerveceros tienen la teoría de que el apabullante éxito de la IPA entre los consumidores argentinos se debe en parte al mate. Este estilo amargo por definición habría encontrado tierra fértil entre los paladares entrenados durante décadas con la infusión de los guaraníes. Una idea simpática, difícil de comprobar o desmentir.

Las llamadas cervezas especiales, elaboradas con maltas y lúpulos de calidad destacada, gustaron tanto en los bares, que varias de las marcas de cerveza industrial lanzaron productos orientados en ese sentido. La IPA lideró esa movida. Marcas como Imperial y Andes lanzaron las suyas con sus respectivas campañas de comunicación masiva. Y como un boomerang el efecto ahora vuelve a los bares. IPA ahora es un tipo de cerveza para todo el mundo.

No toda rubia es tonta

Otra tendencia clara en Argentina es una vuelta a las buenas cervezas rubias. Al menos en el ámbito de las artesanales, que entusiasmadas con el lúpulo habían puesto en pausa su afición a los estilos tradicionales.

En realidad, 7 de cada 10 cervezas que se consumen en Argentina son del estilo Pilsen Lager, popularmente conocida como “cerveza rubia”, que en su mayoría se hace con malta de cebada y cereales no malteados, como el maíz o el arroz. Es de color claro y bien refrescante. Es tan popular por su equilibrio entre cuerpo, suavidad –tiene poco alcohol– y amargor moderado. En síntesis, su paladar fácil.

La novedad es que ahora los cerveceros artesanales vuelven a mirar la Pilsen tradicional con la nostalgia de aquel primer amor. Y están decididos a hacer las mejores. Dicen algo así como “Si las industriales hacen IPA, nosotros vamos a hacer Pilsen”.

Seduce la turbia NEIPA 
En sus canillas especiales hoy cada bar que se precie de cervecero tiene una New England IPA o NEIPA. Suelen ser las canillas más caras porque están conectadas a los barriles más preciado. Una buena NEIPA es costosa. Y si bien sigue siendo una cerveza de nicho, se pide cada vez más. Si no te va tanto el amargor de las IPA clásicas, la NEIPA es tu camino.

La NEIPA tiene algunas características:

  • Amargor más moderado
  • Predominio de lúpulos cítricos y frutales en aroma
  • Mucho cuerpo y sedosidad en boca
  • Un característico aspecto turbio

En paralelo, la con la apertura de la importación de los últimos tres o cuatro años, los cerveceros argentinos tienen acceso a nuevos tipos de lúpulos. Así el estilo NEIPA de luce. Por ejemplo, las cervecerías Tropel y Capitán Lúpulo hicieron hace poco una cocción colaborativa muy celebrada. El resultado fue una NEIPA New Zeland con perfil súper lupulado. Le aplicaron varios agregados de lúpulos en seco, con una técnica llamada Dry-Hop. Los lúpulos, nombres divinos como Rakau, Waimea y Wataku, son originarios de Nueva Zelanda.

Vinomanos
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