28 Oct
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Rosalía Lombardo fue una niña nacida el 13 de diciembre de 1918, en la ciudad de Palermo, Italia. Lastimosamente la pequeña vivió por muy poco tiempo, pues falleció una semana antes de cumplir los dos años de edad a consecuencia de una neumonía, producto de la pandemia de gripe española. Sería a partir de ese momento, cuando su historia y leyenda tomaría otro rumbo; pues el amor de los padres por la niña era tan grande que quisieron mantener su cuerpo intacto y cerca de ellos. Para lograr dicho propósito, Mario Lombardo y su esposa María Di Cara, solicitaron los servicios del embalsamador químico Alfredo Salafia (1869-1933), para que mantuviera incorrupto el cadáver de la pequeña Rosalía.

Para hacer esto posible, Salafia empleo una innovadora y duradera técnica la cual hasta ahora ha hecho que el cuerpo de la niña se conserve en buen estado. Una vez momificada fue entregada a la familia Lombardo, quienes posteriormente la trasladaron a la Capilla de los Niños de las catacumbas de los Capuchinos de Palermo, siendo uno de los últimos cuerpos en ser aceptados en la cripta. Ya en ese lugar los padres podían ir a visitar a su hija que aunque ya estaba muerta, parecía dormir plácidamente gracias al brillante trabajo de Salafia. Es por ello que sería bautizada como “La Bella Durmiente”, por lo que con el pasar de los años la momia fue adquiriendo fama y comenzó a recibir la visita no solo de los mismos familiares, sino de otras personas que se maravillaban por su perfecto estado de preservación.

El ataúd del medio contiene los restos de la pequeña Rosalía

TODO SOBRE EL MISTERIOSO PROCESO DEL EMBALSAMAMIENTO

Alfredo Salafia fue un hombre de reconocido prestigio en la práctica del embalsamamiento, y la taxidermia, ya que su trabajo se ve reflejado en el buen estado de preservación que presenta el cuerpo de Rosalía a ya más de un siglo de antigüedad. Cabe mencionar que Salafia nunca reveló la fórmula que utilizó durante el proceso del embalsamamiento, por lo que los rumores de que el cuerpo era falso cobraron fuerza con el pasar de los años. La gente escéptica señalaba que el cuerpo que reposaba en las catacumbas no era realmente el de Rosalía, sino una réplica hecha a base de cera.

Finalmente los rumores serían desmentidos en 2010, cuando un equipo de paleopatólogos le hicieron varias pruebas a Rosalía, entre ellas un estudio con rayos X. Los resultados demostraron contundentemente que el cuerpo, incluidos los órganos, se encontraban en muy buen estado de conservación y con un grado de deterioro muy leve. Aun así, prevalecía la incógnita sobre cómo era posible que se hubiera mantenido incorrupto el cuerpo, más si aún conservaba los órganos internos. ¿Cómo pudo conseguir Salafia esta proeza? Tuvieron que pasar un par de años cuando en 2012, un equipo de investigadores del Instituto de Momias de Bolzano, Italia, tuvo acceso a las notas personales de Alfredo Salafia.

Incluso pudieron hablar con descendientes directos del mismo para descubrir la técnica empleada por el embalsamador, el cual nunca reveló en vida. La fórmula tan celosamente guardada, consistía en una mezcla de formol diluido en agua que actuaba como desinfectante y eliminaba las bacterias. La preparación también incluía alcohol, el cual era para secar el cuerpo de Rosalía y permitir de este modo su momificación; ácido salicílico, que evitaba la proliferación de hongos; así como glicerina, el cual prevenía el excesivo secamiento de los tejidos corporales. Primero se tuvo que drenar la sangre del cuerpo de Rosalía, para después administrar los químicos en mención mediante una única inyección, muy probablemente en la arteria femoral.

Alfredo Salafia (7 de noviembre de 1869 – 31 de enero de 1933)
El cuerpo de la niña sometido a una Resonancia magnética en 2010
Aún se conservan los órganos internos (cerebro, corazón, pulmones, etc.)

POSIBLES INDICIOS DE DESCOMPOSICIÓN

Cabe resaltar que hubo otros factores, que favorecerían la perfecta conservación de Rosalía a lo largo de todo este tiempo; tales como el clima particularmente seco de las catacumbas, y la aplicación de parafina disuelta en éter en el rostro de la niña. Sin embargo, una de las últimas fotografías tomadas revelaron claros indicios de descomposición, pero ¿Cómo pudo suceder esto?. Expertos en la materia han formulado diversos puntos de vista, para aclarar por qué justo un siglo después de la muerte de la niña, se presentan estos indicios.

Algunos investigadores apuntan a que los estudios y pruebas a los que fue sometido el cuerpo de Rosalía anteriormente, pudieron haber repercutido de alguna forma en su deterioro. Incluso se dice que dichas pruebas fueron realizadas sin la previa autorización de la familia Lombardo. Por otro lado existe otra teoría que tiene bastante sentido, la cual tiene que ver con que la fórmula utilizada por Alfredo Salafia. Se cree que el proceso químico de momificación aplicado en la pequeña, tiene fecha de caducidad o ya está en proceso de perder su efecto de preservación.

De hecho la siguiente imagen, es una comparativa entre una fotografía antigua del rostro de Rosalía, con otra más reciente. Claramente se pueden apreciar los rasgos de deterioro, en donde el cabello es mucho más rubio, los ojos están un poco abiertos, y la piel parece más estirada. Además la nariz esta algo hinchada.

Antes y Después

Para tratar de ralentizar el proceso de descomposición, se trasladó el féretro con el cuerpo de la niña a una zona más seca de las catacumbas. De esta forma se mantendría aislada del clima húmedo, aunque no conformes con eso; se decidió colocar el ataúd dentro de una moderna urna de cristal herméticamente sellada. Cabe destacar que la urna cuenta con tecnología de punta que regula la temperatura usando gas nitrógeno. De esta manera se impide en la medida de lo posible, cualquier progresión del deterioro en cuerpo de la niña.

Urna donde se encuentra actualmente Rosalía Lombardo

¿FENÓMENO PARANORMAL O ACTO MILAGROSO?

Varios fenómenos inexplicables se han suscitado en torno a la pequeña niña, específicamente en sus ojos. Durante años muchos de los visitantes que han ido a las catatumbas para ver a Rosalía, afirman haberla visto parpadear como si en cualquier momento fuera a levantar su cabecita después de un prolongado sueño. De hecho, existen imágenes en las que aparentemente la niña abre y cierra sus ojitos. Ante este hecho, no tardaron en surgir hipótesis para explicar dicho fenómeno (lo paranormal no podía faltar); mientras que otras personas lo atribuyen a un ‘milagro’ o un ‘acto de fe’.

En un principio los expertos dijeron que la humedad de las catacumbas, y los flashes de las cámaras de los turistas, provocaban que los párpados de Rosalía se contrajeran involuntariamente. Aun así, el fenómeno de la niña momificada que abre y cierra los ojos fue tomando un aire de leyenda sobrenatural. Puestos a resolver el misterio del parpadeo, un grupo de científicos instaló una cámara con la técnica de time-lapse durante un período de doce horas, mostrando claramente que los ojos de la niña se abrían y se cerraban. Con esta pruebas, la ciencia aún no ha podido dar una explicación racional sobre este fenómeno que todavía asombra al mundo.

Capturas de pantalla extraídas de la videocámara

Por otra parte, hay muchas personas alrededor del mundo que creen en la naturaleza milagrosa de Rosalía Lombardo. Con el paso del tiempo, ha ido ganando popularidad la versión de que la niña es en realidad una ‘reencarnación’, o una presencia de Santa Rosalía; la cual es una figura religiosa muy importante de la ciudad de Palermo. Según se cuenta, Santa Rosalía fue llevada a una cueva por un grupo de ángeles, y vivió ahí toda su vida como ermitaña, hasta que falleció en el siglo XII. Posteriormente en el siglo XVII, una plaga azotó la región de Sicilia; y se dice que Santa Rosalía se le apareció a un poblador para guiarlo hasta la cueva donde se encontraba su cuerpo intacto. Cuando este hombre llevó el cadáver de Santa Rosalía a la ciudad de Palermo para poder darle santa sepultura, la plaga desapareció milagrosamente.

Es por ello que durante los últimos años, parte de la gente que visita las catacumbas cree que Rosalía es la representación del regreso de Santa Rosalía a Palermo. Para los que quieren depositar su fe en esta historia, el parpadeo de “la momia más hermosa del mundo” es una prueba de que el retorno de la santa puede ser real. Ya para concluir, ustedes son los que tienen la última palabra, por lo que son libres de decidir en qué creer.

Ataúd de la pequeña frente a la figura de Santa Rosalía de Palermo
Detective oscuro
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