27 Aug
27Aug

Uno de los elementos más importantes de la cultura argentina son, sin duda, sus costumbres. Los argentinos son muy sociables y les gusta reunirse para la comida con familiares y amigos. Aquí puedes leer las 11 cosas que como extranjero te recomiendo no hacer en Argentina. Algunas pueden ser habituales en otros países.

La cena, los horarios, los saludos, la puntualidad, son algunos hábitos culturales que cambian de país en país. Así, que basado en mi experiencia de 10 años viviendo en Argentina, les doy algunos consejos para que quienes planeen viajar al país tengan conocimiento sobre algunas “costumbres argentinas”. Aquí, algunas cosas que pueden ser habituales en otros países, pero que no habría que esperar en la Argentina.

Esperar un desayuno abundante y sin apuros

A las apuradas, con un café o mate y algunas tostadas o medialunas. En Argentina el desayuno no tiene ese estatus de comida importante que adquiere en otros países, ni por asomo. El “americano”, con huevos y todo, se puede pedir en algunos cafés “gourmet” y en los hoteles, claro, pero no en los tradicionales bares, donde lo que sale es el café con leche con medialunas, tostadas o tostados.

Esperar puntualidad

Si conociste a un argentino y te propone encontrarse a las 7, que no te extrañe que llegue 7.15 o 7.20, y como si nada te salude y arranque la charla. En Argentina, 20 minutos no suele ser considerado una demora que requiere exigir disculpas o un llamado previo y llegar 15 minutos más tarde es ser puntual.

15 minutos tarde es puntual

Intentar cenar temprano

En muchos, muchísimos países, se cena a las 6 o 7 de la tarde. En Argentina a esa hora estamos tomando unos mates o alguna cervecita con amigos, y es muy raro que nos sentemos a la mesa antes de las 9 de la noche (20.30 los que son tempraneros). Así que, si hay restaurantes que ofrecen cenas a las 19, ojo; mire bien los precios. Y si se le hizo tarde y tiene que cenar a las 12 de la noche, no se haga problema, es un horario totalmente normal.

La cena, no antes de las 21

Saludar con frialdad

Un beso es el saludo normal en la Argentina, y cuando se encuentran dos amigos que hace rato no se ven, suele venir el show de besos, abrazos y palmadas. Eso de pararse a dos metros y extender la mano para saludar con una sonrisa a medias queda más frío que el glaciar Perito Moreno. Besos y abrazos. Los saludos fríos no van.

Esperar que los colectivos paren siempre

Si estás esperando el “bondi”, levantá la mano cuando lo veas venir; de otro modo, es casi seguro que siga de largo y te quedes esperando un buen rato hasta el siguiente. Sí, puede que en otros países los buses se detengan cuando ven gente en una parada; en Argentina, no paran si no les hacen señas para que lo hagan.

A los colectivos hay que pararlos

Compartir el taxi con extraños

En varios países, muchos de ellos latinoamericanos, son comunes los taxis que se comparten entre personas que van en una misma dirección, aunque no se conozcan entre sí. En Argentina, no. El taxi es para uno, o a lo sumo para compartir con amigos o conocidos.

El taxi no se comparte

Salir a bailar a las 10 de la noche

Aunque sea un horario habitual en muchos países, no en Argentina, donde ningún boliche se llena antes de las 2 a.m., y el mejor momento sueles ser normalmente entre las 3 y las 5. No se extrañen si cuando salen de la disco luego de una noche de juerga, el sol los deje ciegos por un rato.

Al boliche, nunca antes de las 2 a.m.

Criticar el vino o el asado

Aunque Violeta se me enoje, tengo que contarlo, (ella es vegana 100% y yo voy por el camino a serlo). El vino y el asado parecen temas “sagrados” para casi todo argentino. Y aunque los argentinos suelen ser muy criticones con ellos mismos -que son un desastre, que esto es caro, que aquello es malo-, la cosa se complica si los critica un extranjero. Así que no vale la pena comentar que te parece que el vino francés es mejor o que la carne sabe igual o más rica en Estados Unidos o en Brasil. Salud.

El asado, el vino y el mate son sagrados.

No evitar probar el mate

Otra deidad argentina, junto con el dulce de leche. En cuando conozcas a un habitante de este país, es más que probable que te insista para que pruebes ambos, y en lo posible esperan oirte decir que te gustan. Así que aunque te parezca una costumbre extraña o incluso desagradable, hacé el intento. Y puede que te guste y te lleves unos kilos de yerba de regreso. Eso si, esta observación; cuando devuelves el mate para la próxima cebada, no digas "gracias", de lo contrario se entenderá que ya no quieres más y tendrás que aguantarte las ganas si te gustó y quieres seguir tomando.

Mate, una tradición para compartir.

Hablar de política

En Argentina, y especialmente en los últimos años, (y ahora próximos a elecciones de octubre 2019) el tema político genera una división extrema, sin medias tintas. Y preguntarle a cualquiera sobre la situación del país puede derivar en una cantinela interminable sobre quiénes son los culpables de la situación del país y en largas explicaciones sobre lo que hay que hacer o dejar de hacer. Como decía Luca Prodan, “mejor no hablar de ciertas cosas”.

Cruzar la calle sin mirar

No esperes que, como en otros países, los automovilistas se detengan y esperen que crucen los peatones para avanzar. Tampoco las motos o colectivos. Aunque, algunos lo hacen, pero son una minoría. En general, los cruces de calle suelen ser una batalla silenciosa -o no tanto, te cargan a bocinazoz- para ver quién cruza primero, y el peatón lleva las de perder. Así que mejor no arriesgarse.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO